Cuarta Gota

“El sueño de la razón produce monstruos” dijo Goya en una ocasión.

Pues somos animales con un instinto depredador. Santos en estas tierras no encontraras todos pasaron a una vida mejor, dejando cuentos tras de si, sangrando rojo cuando unos les decían no y ellos sí.

Somos racionales, hasta que dejamos de serlo, cuando se apagan las luces, se desata el infierno.

Cuando adormece la razón se deja el corazón al descubierto, florecen los sentimientos que habías reprimido en ti ser sin tu saberlo.

Ira, rabia, pena, dolor, resentimiento, sentimientos más que humanos que todos nos guardamos dentro, sentimientos que florecen por la noche cuando la luna es dueña del firmamento.

En la noche no hay peligro más que el que uno mismo entraña. La mente es la linterna para una oscura cueva, el cuchillo para las telarañas, el pedernal que prende yesca, la caña con la que se puede pescar… deshacerse de ella no es ingenuo, si no por voluntad propia obrar mal.

La razón no es un don, ni un regalo, ni un proceso evolutivo. La razón es más que eso, es “el hombre” en si mismo.

Sin razón no hay problemas, no hay avance ni progreso.

No hay sociedades sin razón que dure más de lo que pueda durar un beso.

El Faro  de la razón nos guía hacia un nuevo día, no se cansa e insiste en hacer nos compañía, más cuando rendido cae al suelo y sus parpados se cierran, aún que por muy poco tiempo.

Las bestias se desatan y con ellas el infierno.

Goya
«El sueño de la razón produce monstruos» es un grabado del pintor Español (aragones) Francisco de Goya, publicado en 1799, el numero 43 de un total de 80 estampados que hizo de la serie Caprichos.Las bestias se desatan y con ellas el infierno.

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